29 abr 2020

(((A)))bril: historias dedicadas a l@s niñ@s

La Rebeldía es como esa mariposa que dirige su vuelo hacia ese mar sin islas ni rocas.
Sabe que no habrá donde posarse y, sin embargo, su vuelo no titubea.
Y no, ni la mariposa ni la rebeldía son tontas ni suicidas, lo que pasa es que saben que tendrán donde posarse, que hay por ahí un islote que ningún satélite ha detectado.
Y ese islote es una rebeldía hermana que, es seguro, saldrá a flote justo cuando la mariposa, es decir, la rebeldía voladora, empiece a desfallecer.
Entonces la rebeldía voladora, es decir, la mariposa marina, pasará a formar parte de ese islote emergente, y será así el punto de apoyo para otra mariposa que ya emprende su vuelo decidido rumbo al mar.
La cosa no pasaría más allá de una curiosidad en los libros de biología, pero, como dijo no sé quién, el aletear de una mariposa suele ser el origen de los grandes huracanes.
Con su vuelo, la rebeldía voladora, es decir, la mariposa, está diciendo ¡NO!
No a la lógica.
No a la prudencia.
No a la inmovilidad.
No al conformismo.
Y nada, absolutamente nada, será tan maravilloso como ver la osadía de ese vuelo, apreciar el desafío que representa, sentir cómo se empieza a agitar el viento y ver cómo, con esos aires, no son las hojas de los árboles las que tiemblan, sino las piernas de los poderosos que hasta ese entonces pensaban, ingenuos, que las mariposas morían mar adentro.
Pues es sabido que las mariposas, como la rebeldía, son contagiosas.
Y hay mariposas, como rebeldías, de todos los colores.
Las hay azules, que se pintan así para que el cielo y el mar se las disputen.
Y las hay amarillas, para que el sol las abrace.
Las hay rojas, pintadas así por sangre rebelde.
Las hay marrones, que llevan así en las olas el color de la tierra.
Las hay verdes, que es como suele pintarse la esperanza.
Y todas son piel, piel que brilla sin importar el color que las pinte.
Y hay vuelos de todos los colores.
Y hay veces que se juntan mariposas de todas partes y entonces hay arcoiris.
Y la tarea de las mariposas, lo dice cualquier enciclopedia que se respete, es traer el arcoiris más abajo de modo que l@s niñ@s puedan aprender a volar.

- Subcomandante Marcos -






28 abr 2020

qué bien te sienta la dejadez poblando tu cara

es la refriega de la sangre inflamada, no otra, la que lleva a saquearme las tinieblas
abierto de sienes y recuerdos oblicuos.

abajo,
más abajo, 
mucho más abajo,
las últimas bestias del día paren con precisa tristeza esas cartas marinas que nos alejaron,
navíos con bodegas llenas de bozales sin lengua, tirremes de corazones varados y mujeres desnudas, marineros con la entrepierna abultada y la llamada
del vértigo colgando entre los pliegues de mi carne roja.

gitano me llamas y es esta carne, morena, estos cerdos hozando sobre la natura, los que alimentan el desollado escroto de mis mendigos, los que esculpen el escalofrío de los respetos,porque yo no necesito respeto, porque encuentro más poesía en la barra de bar que en cualquier vaso vacío de un respetado poeta.

así que vístete, mi amor, vístete de dientes y rabia negra, oscurece las siluetas blancas que giran sobre el tío vivo de la historia, se el tehuaca que danza sobre todos mis desgarros y socaires, las calles de los portales oscuros,la chapulina anclada en el dolor que nos separa. se mi mezcaloteca en Oaxaca, la dislexia de Roma, todos los zócalos del Cairo,un pueblo pabdomieco, mi añorada Chiapas, se el fango de estas botas dispersas que se tornan maravillosa novela negra de arteria errante y báilame el amor por cada grito proferido de sangre y poesía.

21 abr 2020

desde lo desconocido


" el vértigo se ha adueñado de los mapas ausentes.
por eso no responden"
- M.P. Blanco Unzué -

no todo es tierra cocida
para este animal que te escribe;
aquello que ves bordeado de encuentros
es la orfandad de mi infancia que te habla.

dice que hay muñecas de cera con las mejillas
sonrosadas acunando noches diminutas
con diminutas manos que se entrelazan,
muñecas
ribeteadas de un estremecimiento que derrama amor y tartamudeo
que aceptan una piedra por un "te quiero"
mientras sus pies bailan sobre la lana de sedosos carneros

dice que existe un lugar donde las cigarras rasgan el
cielo
como el vuelo de las águilas
cuando invocan los vientos cálidos.
que
ese lugar prosigue de manos abiertas y si no acudimos
muere de pena
igual que mueren las noches que no contestan.

te he traído agua fresca del arroyo
una cestita de mimbre
llena de aceptos y pesadillas
tres renuncios,
el tut kamav de mi falka sobre el kishaj de tu dvip
y el costal de la hierba alta
aguada de luces,viento y escarcha

desde lo desconocido
también te traigo un mapa exprimido de uvas,
para darte huerta y sandalia de olivos,
la suavidad de las nubes orondas,
el vértigo y la marea,
y como calma profunda
una canción
para que la vida no te cubra los sueños de calzado y polvo.