" como esos ancianos negros, príncipes en su país,
que barren el metro con indiferencia,
como yo están solos, como yo sonríen"
- M. Houellebecq -
por si todavía no conoces la historia del que se atrapa en un transporte público, una estación,o un rincón cualquiera como rugido de amor y selva indómita, en el metro de londres existe una y es de las hermosas.una de esas que te dejan las entrañas revueltas pero bienamadas, como húmedo jardín secreto que esparce su perfume de lágrimas tendidas en la tráquea.
poque la tráquea también llora.
poque la tráquea también llora.
si has tomado el metro de londres habrás escuchado la famosa locución "mind the gap ", consejo para despistados viajeros como yo que, o bien se pasan de parada, o andan de tropiezo y vida por las entrañas del gusano. una advertencia que informa que andemos con cuidado de no meter el pie en el hueco que existe entre el vagón y el andén.
hace un tiempo cambiaron la locución por una voz femenina de tono más amable, menos ruda, como un arrojo de lienzo sobre una lluvia que se ha ido, y al ensombrecido mundo subterráneo le pareció bien el cambio, o al menos no le pareció mal, excepto para una persona, la señora Lawrence, viuda del fallecido actor Oswald Lawrence, el hombre que puso su voz al clásico mind the gap durante más de cuarenta años.
ella recordaba su voz: ternura de amor frente a la premura del olvido. con urgencia de silencio la voz de su marido fue limitándose cada vez a menos estaciones hasta el día en que únicamente se podía escuchar en la estación de Embankment, lugar al que diariamente acudía la señora Lawrence para oír su voz.
el 1 de noviembre del 2012 la voz de Oswald se perdió para siempre como quien pierde un recuerdo obsoleto en la sinuosa cueva del abandono.
el caso es que la historia llegó a la TFL y como el que abre ventanas para exhibir la noche,
un trabajador le entregó a la esposa un cd grabado con la locución en bucle de la voz de su marido diciendo la famosa frase.
pero el ser humano, si se lo propone, puede ser realmente maravilloso y entregar a golpes de laringe amor desbordado.así que decidieron volver a colocar la antigua locución en los altavoces de la estación de Embankment para que Mrs. Lawrence pueda sentir esa forma única de dejarse amar cuando lo único que se ama, es todo.
pero el ser humano, si se lo propone, puede ser realmente maravilloso y entregar a golpes de laringe amor desbordado.así que decidieron volver a colocar la antigua locución en los altavoces de la estación de Embankment para que Mrs. Lawrence pueda sentir esa forma única de dejarse amar cuando lo único que se ama, es todo.