Mi viaje a México, tenía tres objetivos visitar a los triquis y a la tribu yaqui, pueblos a los cuales estoy apoyando por el tema de sus territorios y conocer a la Abuela Margarita, una anciana maya que difunde el conocimiento de los ancestros a través de su canto y su palabra.
Le debía entregar la pluma del cóndor, nuestra ave sagrada, simbólicamente une las energías del norte y el sur ya que ella representa el águila del norte.
Fui a la casita donde ella estaba. Me recibió muy temprano, nos pusimos a conversar por lo menos dos horas, hablamos de la Madre Tierra, de las mujeres, de los hombres y su rol, y nuestro rol como mujeres. También hablamos del poder femenino y el despertar de las mujeres en el mundo.
Se presentó de la siguiente manera. “Soy Margarita Núñez García, nací en México, este cantito le va a decir de donde soy:
ni soy de aquí ni soy de allá
solo sé que soy y ya....
y la familia llena de amor
está donde quieras que estás.
La palabra abuela me llego en el calpulli, donde viví 30 años, yo estaba siempre con los niños y cuando me buscaban estaba ahí con niños, y desde ahí me dicen la Abuela Margarita y yo ni tenía nietos en ese tiempo. A los 40 años me llegó un poema de Quetzalcóatl y ahí empecé a ver la vida de otra manera.
solo sé que soy y ya....
y la familia llena de amor
está donde quieras que estás.
La palabra abuela me llego en el calpulli, donde viví 30 años, yo estaba siempre con los niños y cuando me buscaban estaba ahí con niños, y desde ahí me dicen la Abuela Margarita y yo ni tenía nietos en ese tiempo. A los 40 años me llegó un poema de Quetzalcóatl y ahí empecé a ver la vida de otra manera.
-¿Dónde vamos tras esta vida?
-¡Huy hija mía, al disfrute! La muerte no existe. La muerte simplemente es dejar el cuerpo físico, si quieres.
-¿Cómo que si quieres...?-Te lo puedes llevar. Mi bisabuela era chichimeca, me crié con ella hasta los 14 años, era una mujer prodigiosa, una curandera, mágica, milagrosa. Aprendí mucho de ella.-El poder del cosmos, de la tierra y del gran espíritu está ahí para todos, basta tomarlo. hay que querer mucho los cuatro elementos (fuego, agua, aire y tierra),los llamamos abuelos. La cuestión es que estaba una vez en España cuidando de un fuego, y nos pusimos a charlar.-¿Con quién?-Con el fuego. "Yo estoy en ti", me dijo. "Ya lo sé", respondí. "Cuando decidas morir retornarás al espíritu, ¿por qué no te llevas el cuerpo?", dijo.-Interesante conversación.
-"Todo tu cuerpo está lleno de fuego y también de espíritu -me dijo-, ocupamos el cien por cien dentro de ti.
El aire son tus maneras de pensar y ascienden si eres ligero.
De agua tenemos más del 80%, que son los sentimientos y se evaporan.
Y tierra somos menos del 20%, ¿qué te cuesta cargar con eso?".
-Y usted, abuela, ¿cómo quiere morir?
-Como mi maestro Martínez Paredes, un maya poderoso.
Se fue a la montaña: "Al anochecer vengan a por mi cuerpo". Se le oyó cantar todo el día
y cuando fueron a buscarle la tierra estaba llena de pisaditas.
Así quiero yo morirme, danzando y cantando.
-¿Qué hizo?
-Una semana antes de morir se fue a recoger sus pasos.
Recorrió los lugares que amaba y a la gente que amaba y se dio el lujo de despedirse.
La muerte no es muerte, es el miedo que tenemos al cambio.
-Cuando miras a los ojos y dejas entrar al otro en ti y tú entras en el otro y te haces uno.
Esa relación de amor es para siempre, ahí no hay hastío.
Debemos entender que somos seres sagrados, que la tierra es nuestra madre y el sol nuestro padre.
Hasta hace bien poquito los huicholes no aceptaban escrituras de propiedad de la tierra.
"¿Cómo voy a ser propietario de la madre tierra?", decían.
-Aquí la tierra se venera, no se explota, ella a cambio te proporciona lo necesario para vivir sano y contento
la cuidas...te cuida.
-¡La felicidad es tan sencilla!
consiste en respetar lo que somos, y somos tierra, cosmos y gran espíritu.
Y cuando hablamos de la madre tierra, también hablamos de la mujer que debe ocupar su lugar de educadora.
-Enseñar al hombre a amar.
Cuando aprendan, tendrán otra manera de comportarse con la mujer y con la madre tierra.
Debemos ver nuestro cuerpo como sagrado y saber que el sexo es un acto sagrado,
esa es la manera de que sea dulce y nos llene de sentido.
La vida llega a través de ese acto de amor. Si banalizas eso, ¿qué te queda?
Devolverle el poder sagrado a la sexualidad cambia nuestra actitud ante la vida.
Cuando la mente se une al corazón todo es posible.
Yo, cuando necesito algo, me lo pido a mí misma.
-Hay muchos creyentes que ruegan a santos, hacen penitencias, se lastiman a si mismos,
se autocompadecen...creen que el sufrimiento es es el camino por el que los conduce dios!!!
- una cosa es ser limosnero y otra, ordenarte a ti mismo, saber qué es lo que necesitas.
Muchos creyentes se han vuelto dependientes, y el espíritu es totalmente libre; eso hay que asumirlo.
Nos han enseñado a adorar imágenes en lugar de adorarnos a nosotros mismos y entre nosotros.
-Mientras no te empaches de ti mismo.
-Debemos sutilizar nuestra sombra, ser más ligeros, afinar las capacidades, entender.
Entonces es fácil curar, tener telepatía y comunicarse con los otros, las plantas, los animales.
Si decides vivir todas tus capacidades para hacer el bien, la vida es deleite.
-Mis antepasados nos dejaron a los abuelos la custodia del conocimiento:
"Llegará el día en que se volverá a compartir en círculos abiertos".
experimentar que la vida comienza y termina en el origen...el origen de todo.
Creo que ese tiempo ha llegado.
Lo dictaba el corazón
ResponderEliminarantes de partirse
Los círculos también despachaban bien sin saver qué sería del pobre dios