hay días que la tristeza supera la vida. días que me levanto y acerco el rostro al espejo en busca de ese muchacho que horadaba la carne de su mentón para tratar de tener el mismo hoyuelo que su padre.
días en los que no consigo traducir el mundo ni vislumbrar un pedacito de tierra sin peligro. días en los que salgo a la calle igual que el reo sale al patio de la cárcel,
desvaído,con el rostro sembrado por el miedo
-igual que el tuyo- en busca de un hálito de humanidad moribunda,
a la espera de la sentencia de este juego despiadado que nos impone la vida.
resulta desolador ser presidiario de un mutismo sombrío
y me rebelo con la ferocidad de los caballos de Diomedes, si es que el trotar poemas puede llamarse rebeldía.
si supieras niña de papel que ardo como grulla en hiroshima,
que esta vida no tiene clemencia ni cuartel, que no hay alivio de luto para el próximo reo.
y si lo hubiera
por qué este castigo de hacer dolor del propio dolor
por qué esta horrible condena?
amanece soledad
a unos versos de distancia;
si la poesía es un arma cargada de futuro
escribiré las huellas del terror que me condujo a esta celda.
http://dl243.dinaserver.com/hosting/carei.es/documentos//grullas_paz.pdf