5 dic 2022

conditum/ ballade d'amour avant la neige/ Mi casa, esta mujer - Santiago Kovadloff-



- conditum -

i els colors florits, 
i aquestes muntanyes 
que ens parlen de llibertat, 
la olor de llenya cremada 
copsant les cases del poble, 
el nostre vin chaud, ànima dins,
i la gent gran que encara matina 
per donar  menjar al bestiar. 
Estem marcats de per vida 
per la bellesa i l'amor.


- ballade d'amour avant la neige -

cada carícia teva és una destrucció de la paraula,
quanta vida sense haver nascut poeta!, 
quand d'amor i fortalesa
si no volem més
que aquesta minsa esperança
de viure sense grandeses,
ni veus
ni honors,
i conquerir tots els malmesos batecs
de la natura i la pell tendra.

eixuts de bèsties rebels,
distants,
anàrquics,
som llops sense identitat,
en el sentir del plaer i el plaer dels sentits.
còm pot existir el diàleg
quan tot són riures i queixalades?
si estimar cada nou matí
cada floc de neu i foguera impresa
és un xiulet futur que ens copsa els sentits del blat i l'espiga.

salvaguardats i escollits,
tant boixos com irreals,
aquella mort apeixada que avuí s'ens allunya
és la tristesa que ens homenatja.



Mi casa es esta mujer que ahora duerme a mi lado. Como ella, con ella, todo a mi alrededor reposa. Cuando ella despierte, también lo harán las cosas. Volverán a abrirse las puertas, correrá el agua otra vez, los pasos avivarán la vieja escalera, caerá de nuevo la luz sobre las plantas. Yo retornaré a mi mesa, a las palabras, y su voz, como un halo, circundará mi día. Cuando ella se haya ido a su trabajo, alzaré los ojos de la página, y un tapiz, un clavel, un amuleto inesperado en la cocina de la casa repetirán el nombre de esta mujer que todo lo pobló con su presencia y el acierto de sus manos. Ella es mi casa, puerta mayor de acceso al sentido de estos cuartos. Si el egoísmo o la indiferencia quiebran nuestro encuentro, la casa se oscurece. Como una dura denuncia de soledad sin remedio, las paredes se cargan de presagios, se repliega el color de cada cosa, la casa se vacía, y habitarla es quedar a la intemperie. Mi casa es esta mujer que ahora duerme a mi lado. Cuando ella anda lejana, todo es lejano en la casa; con ella se van en tropel las cosas de mi entorno, y estar aquí se vuelve una tortura; acosa cada sitio, cada paso lastima, rincones y objetos se hacen inservibles. Y la casa recuerda, en un susurro triste, que alguna vez supimos ser mejores. Si renace la alegría, renace la casa. Cuando la lucidez o el deseo vuelven a reunirnos, la casa otra vez se ilumina: tienen sentido mis papeles, cada cuarto es la evidencia de un proyecto. La casa entera es una fiesta y por la vieja escalera vuelve a correr el aliento suave y denso de la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario