5 ago 2022

con los ojos umbríos de poleas (o los poetas egosintónicos)

Qué puro lo que existe solo para curar¡
Y aún más puro lo que solo es perfume¡
-Javier Velaza-


mucho tiempo sin leer 
a un solo poeta enfermo de peste negra
capaz de nombrarse de esbelta ñorda.

desfallece la catatimia frente al más audaz de los enigmas,
los dioses han dejado de creer en el diablo,
nadie apuesta al rojo o negro de sus ocasos,
y hasta se arremolina la luz
junto al más alegre de los hombres tristes.

frente a esta perspectiva actual,
y con tanta poesía rosa que afrontar
comprenderás
la necesidad de advertir
que siempre estimaré barato el precio de amar,
por mucho que luego acuda a suturarme heridas
con los ojos umbríos de poleas.

qué asco doy¡
bienaventurado el gusano que escupa en mi tumba,
y mira que desgasto,
y corrosiono,
soy esa guitarra seca 
que siempre suena a desamparo.

y pese a ello me sigues tocando,
abrazando,
desarrancándome los miedos
y el cante jondo.

libando huellas que traspasan adoquines,
grabadas bruscamente,
en el lúbrico vaivén de las aceras.

hay una ciudad que todavía acuna nuestros crímenes,
y un ciego que señala al sol,
mientras escupe en la hoguera.

me enamoré de ti,
cuando,
por primera vez
compartimos porquerías:
si quieres amar bien a alguien
- dijiste-
no olvides manosear en su basura.


Imagen: Sergo Israel