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cuando te marches,
la tormenta durará toda la noche,
y no habrá dios que detenga el robo de la lana,
el degüello de los carneros
que rasgan el vuelo de tu aliento.
cuando te marches
diré vida como si no existiera
y alzaré sobre la espera
el canto de hiel que dejaste,
los órganos heridos de ansiedad,
los ojos que no supieron llorar
la falsa demora de los orgasmos.
cuando marches,
como un incendio de mar,
como pétalo negro henchido de humedad,
tapizaré las desgracias en otros muslos que ardan.
como si no existieras,
como si no existieran
todas aquellas que te prolongan.
3.1416
antes de que existiera Facebook,
hasta donde te llega la vista,
todo era campo.
y a tres metros de ti plantaba mis tomates.
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yo no sé de tu bondad Yahvé,
sé de la crueldad de tus ojos y de tus mentiras.
porque esta noche soy Moisés recién bajado del monte Sinaí
y tú el anciano que mora el frío en lugar de los sueños.
soy el viento,
y el impulso carnal de un diablo.
el latir absoluto del placer,
la orfandad de la calle,
el desayuno de la desnudez y la eucaristía del desorden.
soy la llama que prende tu paz,
el espigón de los vicios,
el amor
-que se porta mal pese a la infancia-,
la horca y el estrangulado,
la anti convicción,
lo irreparable y lo inconcluso,
la lengua torcida y febril
que lame el pecho oblicuo de la madre,
el fósforo y el dolor,
las manos abiertas
que manosean tus entrañas
desde infierno sucio del sucio poema.
9
absolutamente todo eres tú.
69
tarde o temprano moriremos todos,
por increíble que ahora os parezca.
abandonaos al arte como juguetes rotos
y dad una patada de desprecio
al silencio de vuestras entrañas.
no hay nada más absurdo que el mordisco
de una fiera desdentada.
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si hoy la poesía existe es para alimentar todas mis imperfecciones.
sucumbo a ella como un sombrerero del siglo diecinueve
espasmoso y psicótico por el vapor de mercurio de unos versos
que intoxican el corazón, los pulmones y el cerebro.
VII
tu cuerpo es el manicomio
donde se permite delirar.
-31
sí, con frecuencia he notado
la inapreciable pureza de los placeres imprevistos
cuya presencia me parece inexplicable:
una pobreza rica,
el desnudo de la voz,
la risa por respuesta,
el ininterrumpido temblor de mi piel
sobre tu hermoso cuerpo.
ya sabes
esas cosas que disipan el terror
y hacen que te olvides
de esta agonizante sensación
que algunos llamamos vida.
45
si haces un escalón de cemento
y te subes a él,
no te creas un paleta que acaricia el firmamento,
continúas siendo un paleto
subido a un escalón de cemento.
3:33
siempre seré el suplicante
de todas tus indisciplinas.
0
a veces leo poemas
y creo haber entrado en la sección de lencería
ya sabes
poemas de talla única,
unisex,
que se adaptan a todos los contornos.
**al terror
ResponderEliminarque dicen vida, ya sabes,
'cuando vayan por irse'
persuadiendo POESÍA**
-ésta-
besos
Más poesía, mucha más para lapidar a Yavhé en medio del desierto. Un abrazo.
ResponderEliminarSALUDOS DESDE CHILE
ResponderEliminarDavid, cada vez que te leo me dejas muda. Y asimétrica.
ResponderEliminarPero me gustas.
Un beso.
No comprendí lo del poeta sangrante. No comprendía nada, sinceramente.
ResponderEliminarQuizás escriba sobre toda la gran mierda y mentira que soy. Si acabo por elegir moverme.