17 mar 2012

romance del hueso aceituna y la mujer de perlas.

"es condición indispensable
que el poeta se alimente del orín
y la mierda de las callles".
Dario Ballerini.
mi barrio está lleno de enormes ojos 
ojos que miran de cerca,
ojos como fósforos ulcerados por falta de espacio.

ojos que nadie oxigena.

así que si esta noche me usas desde el llorado deseo
hasta las últimas sobras que lamió un hombre en celo,
luego no me vengas,
così fan tutte, 
diciendo que mañana desayunarás con Sancho Panza,
que tu hija de catorce ha vuelto a suspender gimnasia,
que el Opel que manejas gasta menos que un mechero,
o que el vestido que llevas te costó medio sueldo.

quiero que me digas 
cómo de amarga te sabe la eyaculación de los necios,
a cuánto te sale el atropello por mantener un duplex en el barrio de Gràcia,
o cómo de cachonda te pone pensar en la humedad de mi casa.

otra vez el hueso aceituna en el collar de tus perlas.
otra vez esta arcada de esperma,
de navegar por el canal de las tristezas
y la osadía de negarme a atracar otra noche en tu reino
como único salvavidas a mi pobreza.