2 dic 2011

Medias y tintas.



La fusión de dos personas en una da como resultado dos medias personas.
(Wayne W. Dyer)

Nací a medias y este tal vez sea el rasgo más característico de mi media personalidad.
Decidí arrojarme al mundo tras el impluvio vaginal un 15 de Junio sin apenas llanto y a fuerza de impulso.
Al contrario de como viven los recién paridos al mundo yo tan solo expedí un llanto en breves segundos para luego encerrarme en un silencio profundo ante la angustia de madre y el asombro de Angustio.
Como apenas lloraba mis pulmones no se desarrollaron lo suficiente siendo esta, actualmente, la causa de mi triste y limitada capacidad pulmonar, algo por debajo de la media, y ahora que en breve beso los treinta mis amigos me dicen que no es por el poco llorar cuando tocaba el llanto, sino más bien por el tabaco lo que me hace respirar tan mal pero yo sé que no es cierto. Sólo fumo medio paquete diario.
Durante mi niñez comí y dormí la mitad que debía. Medía algo menos de la mitad y siempre sorprendía a mis padres justo en la mitad del polvo, cosa que les daba plenamente por el culo.
Así crecí, a medias tintas, enfermando a mitad de curso, suspendiendo la mitad de las asignaturas,con la mitad de regalos en reyes y quedándome siempre a mitad de un querer.
A media adolescencia empecé ha descubrir los placeres de la masturbación .Practicaba yo el santo oficio del onanismo por aquel entonces,- a día de hoy aún lo practico-, con arte y devoción, elaborando en la asiduidad a las pajas una técnica pulida y ajustada plenamente a mi medida.
Dicha técnica consistía en detener el envite de mi mano aferrada al pene un microsegundo antes de alcanzar el orgasmo y entonces controlar la hiperventilación y el palpitar del glande excitado mediante inspiraciones profundas y densas. Esta forma de masturbarme a medias  me proporcionaba un placer singular e incluso, en ocasiones, muy superior al orgasmo.
Si alguno de ustedes desean ponerse manos a la obra una vez hayan terminado de leer esto o incluso en este momento sería oportuno advertirles que al principio, lo más seguro, es que no estén lo suficientemente preparados para poder retener el orgasmo en el instante preciso y exacto y lo más probable es que arrojen contra su voluntad una media eyaculación altamente frustrante y apenas placentera, pero qué  no decaiga, con paciencia y tenacidad estoy seguro que lo conseguirán.
A los veintitrés dejé los estudios e intenté buscar un trabajo a mi medida frente a la paupérrima situación económico familiar que vivíamos traída por la separación de mis padres. Residíamos en un barrio de clase media donde medían a sus anchas los congéneres más obtusos e hipócritas de esta ciudad media que aún atesora el logro de ser la capital con mayor índice de mediocridad del estado.
A mitad del verano logré un empleo de media jornada en una fábrica de ropa interior femenina.
Era un trabajo sencillo y meridiano. Mi tarea consistía en comprobar la resistencia y elasticidad de las medias con la ayuda de un novedoso aparato que alargaba y ensanchaba los escarpines como si fueran chicles de cinco duros. Una vez finalizada la prueba tan solo debía guardar en una caja las medias que habían superado el test y desechar el resto en otra. Así de fácil.
Lejos de producirme repulsa o un profundo hastío, el trabajo despertó en mí un interés poco usual  proporcionándome un conocimiento medio de todas y cada una de las distintas medias existentes en el mercado

Mis preferidas, por ponerles un ejemplo, son las de autosujeción en blanco con encaje y corselete. Traen estas una composición química de poliamida al cincuenta por ciento y un restante en poliéster exactamente en la misma proporción.
El distintivo principal de esta media es la ausencia total de nylon. Todas las medias llevan algo de nylon por poco que sea, pero esta  no, esta es perfecta. es una media compuesta de dos mitades exactas obteniendo una media libre de tercios y cuartos.
Pero ruego me disculpen, no quisiera aburrirles hablándoles durante toda la noche de fetichismos enfermizos de medias y corseletes,no sin antes hablarles de Sofía ,la mujer que estaba predestinada a ser mí media naranja. Eso ahora es mucho más importante que la física.
Dejemos pues paso a la química y a su esplendor y belleza y abramos por la mitad el núcleo de nuestras cabezas dejando que eyacule por fin sin miedo a quedarnos a medi