pasan;
a las olas
me refiero,
las del caluroso verano,
ahora.
este es el consuelo:
dejados y abandonados,
alejados de tarea y
respeto,
qué vengan banderas si se atreven.
tu agua me
colma de
placer y
placer y
emanas
gritando sudor:
¡bébelo, a
borbotones!
y penetro en
tu oquedad
a prender la
llama en agua.