14 ene 2015

espacio

conocernos más no hubiera sido buena idea;
cuando dos cuerpos no poseen más que miseria,
cuando en las habitaciones sólo se trabaja la pena
y todo queda excluido menos la tristeza
conocernos más no hubiera sido buena idea.

en el bar de Alicia  rebosante de suicidas y ranas, 

con enanos del pito pito de gracia
cazando orgasmos para Blancanieves
y scooby-doo lamiendo la piel del correcaminos
conocernos más hubiera sido una putada.

después,

en el refugio antiaéreo de Can Nyac
nuestros cuerpos buscaron cuerpos y pocas palabras 
cuando sólo nos alcanzaban las botas 
para pisar los charcos del patito feo.

conocernos más hubiera sido el suicidio del vino y la cera

una colgadura,
la herrumbre del amarre de un barco que sólo deja tormenta
y cuando dijiste me abro de coño
antes que abrirte las puertas
pensé en Júlia.

no me llegó como limosna para mis horas muertas,

no,
más bien su imagen pasó por mi cabeza
como un metro que vuela por una estación sin detenerse,
fugaz y de ventanilla,
encriptada en mil rostros diferentes
ya sabes,
rostros anónimos que liberan poesía.

en este vuelo rasante de campanillas y peterpanes,

dispara poemas hasta Pinocho.

la melodía no cesaba,

los ratones ya lamían los pies al flautista,
y nosotros tan ruinosos como  Sant Lô,
tan tristes como dos parisinos
tratándonos el bestialismo,
en el suelo del refugio,
con la humedad y la república de los bocados.

después más vino y pocas palabras,

resistencia a liberar nuestro pasado,
más bocas antiaéreas 
y más alimento de rancho.

luego tu coche

de vuelta a lo que nunca dijimos y nos callamos
de vuelta a lo negro,
como tus ojos,
como tu pelo,
como este mundo sin corazón que sólo late por impulsos.

no,

conocernos más no hubiera sido buena idea,
por eso,
al despedirnos con un beso delgado,
juramos no volver a vernos sin hablarnos
mientras la ciudad amanecía de nuevo sangrando
igual que nuestras bocas.


5 comentarios:

  1. inversamente negros:
    **desafinando besos angostos//no fuera juramento*

    ver/debesos

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  2. conocernos más... cuánto más si a cada instante se producen cambios?
    intenso poema David
    buena jornada

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  3. A veces lo efímero y pasante puede perdurar un pelín más que el momento en sí, de ahí que nos molestemos en escribir las sensaciones. Nos llena un ratito y también sirve pa arreglar un desarreglo. Y una ventaja: las despedidas no suelen ser dolorosas.
    Un abrazo David.

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